¿Qué hay, mentes inquietas?
Esta semana he tenido el placer de compartir tertulia literaria con Aura, del blog Devoradores de mundos. Era un día importante para mí, porque ella me hace de lectora 0 e iba preparada para apuntar sus sugerencias y ahondar en una nueva novela que aún no está publicada. La importancia del lector 0 es ineludible, aunque eso es algo que la mayoría de vosotros tenéis bien claro; te ofrece la posibilidad de ver cómo el lector interpreta la historia y comprender si hay algún cabo suelto que no se ha entendido (esto es fácil que suceda pues en la mente del autor, que todo lo sabe, no hay duda alguna en cuanto a la historia, personajes o sus comportamientos).
Sin embargo, he de decir que Aura me sorprendió muchísimo (de hecho dejé ir alguna lágrima) cuando me obsequió con este maravilloso detalle, que consiguió dejarme abrumada.
Los dos tomos, la libreta, el lápiz y la tarjeta venían acompañados de una carta preciosa que por motivos obvios atesoraré. Tal vez os parezca una bobada, pero a mí estos actos de generosidad me hacen replantearme las cosas.
Es cierto que paso la mitad de los días filosofando en cuanto a la sociedad que nos rodea y que verdaderamente me muestro muy exigente con ella. Procuro ser cordial y amable con los extraños y tener paz en vez de razón (al menos, generalmente), y mis experiencias con el sector bloguero no han sido siempre buenas. Por ese motivo me costó mucho lanzarme a la aventura de tener una lectora 0 con la que tan solo había coincidido en persona en una ocasión. Hoy por hoy puedo decir que no me arrepiento y que aunque es cierto que no puedes fiarte de todo el mundo (y los que me conocéis un poco sabéis bien de lo que ando hablando), en ocasiones has de dejarte llevar y comprobar como la vida te sonríe de vuelta. Para Aura tal vez sea solo un regalo que coincide más o menos con mi cumpleaños, pero para mí fue un muelle que se accionó con fuerza para reafirmarme en esta aventura.
Los lectores son lo más importante.
No importa la distribución de tu obra, quién la apoye o procure venderla. No importan las ventas, ni las presentaciones, ni las maquetaciones perfectas.
Lo que importa son los lectores.
El número de reseñas no es importante. Tampoco las estrellas que consigas o no en Amazon o Goodreads.
Lo realmente importante son los lectores.
Y escribir para uno mismo, siendo fiel a sus principios, aprendiendo día a día. Por eso, hoy recopilo las muestras de afecto que me han llegado en este primer año como escritora publicada y reitero mi agradecimiento a todas ellas, y también a todos los que me habéis dado una oportunidad leyendo El Recodo de las Hadas, comentando o aportando vuestras opiniones y consejos.
¡Muchas gracias a todos, y a seguir hacia adelante!
Deborah Heredia 
¡HOLAAAAAAA!
De verdad que reafirmo las palabras que te dije, todavía más al leer esta entrada. Nunca había conocido una escritora y persona como tú, Deborah. La gente tendría que ser así cuando habla de sus sueños. Porque lo tuyo ya no es un hobby, es un sueño y estoy segura de que si sigues así conseguirás todos los que te plantees, porque tienes un arte especial y una cabeza muy loca llena de historias maravillosas.
Todos los escritores deberían ser como tu, pensando solo en tener lectores que disfruten de sus libros y no en el dinero ni en las valoraciones. Porque como tu dices, al final lo importante es hacer disfrutar a la gente con las locuras de nuestra cabeza jajajajaja
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¡Gracias, cuore! 😘😘😘
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Waw, me ha encantado tu reflexión, mañana la comparto, porque además hace unos días quise saber si esto era lo que pensabais la mayoría tras ver algo muy negativo a una autora en FB, así que me quedo con esta actitud 😉
Desde el otro lado, como lectora 0, o simplemente como lectora, es una experiencia muy agradable saber que la persona que escribe está tan ilusionada por que leamos como nosotros por leer 🙂
Y el poder comentar, quitar, añadir, mejorar, es algo mucho más enriquecedor cuando se hace con alguien, porque ya de por sí escribir es muy solitario, así que tener lectores 0 ayuda mucho a valorar otras cosas que la persona que escribe puede no haber caído 🙂
¡Besazos!
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Yo es que soy muy sentimental y lo paso realmente bien en ambos procesos: ideando una historia y encontrando las palabras idóneas para contarla.
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