Los Receptores.

Los Receptores, así es como los llamamos. Nadie sabe a ciencia cierta cuál es su cometido excepto ellos mismos, sin embargo, todo el mundo acepta que sus actividades son indispensables para la comunidad. Este es un pueblo pequeño, arropado por vastos bosques de abedules que rozan el cielo con sus temblorosas ramas. Las casas están separadas las unas de las otras en un intento nada sutil de preservar la intimidad. Demasiados secretos, durante demasiados años.

He leído la carta tres veces a lo largo de esta noche, procurando digerir su contenido. Tengo los ojos enrojecidos de tanto llorar y un nudo en la garganta que me impide respirar con normalidad. Nunca había estado tan asustada como ahora, ni tan siquiera aquella vez que empujé a Lorena sin pretenderlo y cayó al río. Lorena va dos cursos por encima de mí. Nunca nos hemos llevado bien porque ella es la típica chica que encuentra gracioso reírse de los demás. Bueno, debería decir era, porque ahora ella también es una receptora y se parece muy poco a la joven que chapoteaba en el agua pidiendo ayuda porque no sabía nadar.

 

Créditos: ahudman

 

Quieren reunirse conmigo hoy mismo después de las clases y conocerme. Dicen que voy a enfrentarme a un proceso lento de cambio y que nada volverá a ser igual para mí a partir de ahora. Hablan del canto de los pájaros y del sonido del silencio. De la luz de la mañana y del efluvio del bosque. Del sabor de la fruta fresca y de la brisa suave en primavera. Pero también del miedo, del amor, de la confusión, de la incertidumbre, de la alegría y del desconcierto. Y yo no sé qué pensar.

Solo sé que no puedo huir. Ahora soy una de ellos.

Créditos de imagen destacada: leandrodecarvalhophoto

 

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