Extraños estudios y niños robados en La Academia.

¿Qué hay, mentes inquietas?

Hoy os voy a hablar de los dos primeros libros de la trilogía La Academia he leído esta semana. Tienen apenas 250 páginas, así que ha sido fácil leerlos del tirón.

El personaje principal es Twelve, una chica de doce años que es huérfana y vive en una institución en la que numeran a los niños para darles un nombre (no sé, a mí esto de ponerle un número como nombre a un personaje no me va. He tenido suficiente con Dos -de Razorland- y Cuatro -de Divergente-, pero bueno… ). El resto de personajes tiene un nombre asociado a ese número, por ejemplo Stephen Seventy, pero el nombre de pila de Twelve no se nos revela.

9788416638239_l38_04_l

En el mundo en el que vive Twelve, a los doce años los niños toman un examen y según los resultados del mismo son enviados a una de las dieciocho academias de la ciudad, en donde aprenderán un oficio. Twelve sueña con entrar en la academia de Servicio (y ser una camarera) y su amigo Stephen, con llegar a ser un húsar (entrar en la Guardia de la ciudad). ¿Punto negativo para la historia? Sí. Lo de que sueñe con ser camarera no sé por qué le habrá parecido una buena opción a la autora, pero para gustos colores.

El caso es que Twelve toma su examen y es reclutada para la Academia de Servicio, sin embargo, el día de su partida, su carroza sufre un accidente y sus amigos y ella son raptados por unos extraños individuos. Pronto va a descubrir que en su ciudad, Danubia, existe una última academia oculta (la decimonovena) y que ella ha sido elegida para instruirse allí: es la academia de los Ladrones.

Obviamente, Twelve no está de acuerdo con su destino. De repente, se encuentra en un lugar en donde tiene clases enfocadas al estudio de las cerraduras y cómo forzarlas, otras en donde le enseñan a camuflarse y pasar desapercibido y otras en las que aprenderá a usar las armas. Dentro de la academia, además, existen tres familias de estudiantes (algo así como las casas de Howarts): los Lords, los Deshollinadores y los Acróbatas. Cada casa tiene una peculiaridad y Twelve es elegida para formar parte de los Deshollinadores. El jefe de la casa es un muchacho llamado Lobo al que trata a todos como miembros de su manada.

La magia está presente durante ambas novelas en mayor o menor medida, aunque no es un elemento fundamental y los alumnos deberán hacer frente a un destino que no han elegido, llenos de rencor y resentimiento hacia sus profesores, por lo que los planes de fuga estarán a la orden del día.

9788416964376_L38_04_lSin embargo, existe un personaje que no he sabido interpretar muy bien. Se trata de Ninon, una niña de cinco años que se ve envuelta en todo el embrollo sin pretenderlo. No debería haber llegado a la Academia pero lo hace, y liberarla supondría dejar expuesto el secreto de la existencia de la institución. De algún modo, Twelve se hace cargo de ella y prácticamente todas sus decisiones las toma pensando en el bien de la niña (que no conocía de antes). Además, la niña tiene unas actitudes que no te deja entrever si es un personaje de fiar o no (que sí, que tiene cinco años, pero es un mundo mágico. Quién no os dice que es una bruja transformada o algo así, ¿eh?).

En algunas ocasiones el personaje de Twelve comete errores. Y no los justifica. Quiero decir que es una muchacha joven, que se equivoca y no pretende dar excusas a su comportamiento. Esto no la convierte en mala persona, simplemente es pequeña, y como todos nosotros cuando lo hemos sido, hacemos estupideces.

Ha sido una lectura entretenida y la verdad, estoy deseando leer el tercer tomo, y ver cómo termina la historia.

Ya sabéis, si la habéis leído, dejad un comentario.

Y recordad: los libros no se leen, se viven. ¡Disfrutad la experiencia!

 

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s