¿Qué hay, mentes inquietas?
Hoy os traigo la reseña de un libro que llevaba mucho tiempo esperando a leer y que me había pedido para Reyes. Y como he sido muy buena, pues los Reyes han cumplido… Es cierto que he tenido que hacer un esfuerzo para no leerlo antes de tiempo porque tenía ganas de apuntarme a una lectura conjunta, así que entre El Poder de la Tormenta y Virtud y Verdad tuve tiempo de leer Brigh, como ya habéis comprobado por el blog.
Virtud y Verdad es la segunda parte de la trilogía escrita por Rolly Haatch y los que me conocéis un poco ya sabréis que la adoro. Es una autora súper simpática y cercana, súper activa en las redes, que siempre tiene a bien realizar colaboraciones con otros autores, bloggers o booktubers. Podéis leer la entrevista que le hice aquí.
En este tomo, la autora continúa con las desventuras de la familia Becker; sí, he dicho desventuras. Porque este un libro que yo catalogaría como drama. Pero no drama en el sentido de que te vas a poner a llorar a cada línea, no. Un drama de aquellos que no puedes dejar de leer porque sabes que los personajes tienen buena fe pero que algo les va a salir mal. Rolly es una autora muy cruel.
No sé si es queriendo o sin querer, pero el personaje principal es Jake el segundo hermano de la familia. En el primer tomo no me quedó claro si su protagonismo era intencionado o no. De hecho, pensé que Arabia era bastante significativa. Sin embargo, en Virtud y Verdad es ineludible el hecho de que toda la historia fluctúa alrededor de las decisiones de Jake.
Y Jake no es el tipo de personaje que estamos acostumbrados a ver… Porque en buena parte de las novelas juveniles (por los menos las que yo leo), los protagonistas siempre parecen tener razón en todo, darse cuenta de qué es lo más les conviene a unos a otros, o salir airosos de múltiples circunstancias. Jake no es así. Jake es un tipo sin suerte, hay que decirlo. Tiene buena voluntad pero las cosas no acostumbran a salirle bien y además tiene mal carácter por lo que tiende a enfadarse y a pagarlo con el resto de sus hermanos. Te encariñas con él y al mismo tiempo tienes ganas de darle un guantazo… Y hasta aquí el momento súperfangirlteamJake.
La novela comienza un año después de un grave acontecimiento que tiene lugar al final de Amor y Virtud, y nos relata las dificultades por las que los Becker han de pasar para afrontar el día a día. Arabia, Zane, Jake, Emily, Louis, Derek y la pequeña Danielle conviven bajo un mismo techo y se enfrentan a problemas sociales, que aun estando ambientados en los años ochenta, bien podrían ser totalmente contemporáneos: la búsqueda de un buen trabajo y de una estabilidad económica, las adicciones, la falta de comunicación entre las personas… En esta ocasión se le da también más protagonismo a otros personajes, como Louis (que me ha parecido muy tierno) o Emma (la cual cambia radicalmente).
Como le dije a Rolly, Virtud y Verdad podría tratarse perfectamente de una serie de aquellas que emiten durante la sobremesa, y de las que uno se engancha casi sin darse cuenta. Y pese a tener 460 páginas lo leí en tres días (el ansia me puede). Así que sí, obviamente, os lo recomiendo.
Mi puntuación: MOLA MUCHO
Y recordad: los libros no se leen, se viven. ¡Disfrutad la aventura!